Saturday, February 7, 2009

El poder de la Palabra


!Tú! que por gracia de Dios
Tienes el Don de darle vida a tus pensamientos,
Dar a conocer tus criterios
Y enlazarte con tus similares
En el bello y hermoso mundo
De la comunicación... a través de la palabra.

Ella, la palabra, es capaz de dar felicidad
A quien a su escuchar
Se predispone.
De alentar al desalentado
Y modificar las situaciones.
De resolver conflictos a tiempos
Y otras tantas contradicciones.

Pero también, ella, la palabra
Es destructora y asesina,
Tanto de la vida, como de tus emociones,
Causante grande peleas
Por nada más que meros chismes.

Tiene el Don de influir en ti
Sin ni siquiera percatarte:
A veces alentando tu alma
Pero en otras ocasiones
Llevándote al desconcierto.

!Tú! tienes un poder, ella, es la palabra.

No use este poder para destruir,
De lo contrario, tarde o temprano
El mayor afectado será,
Pues tus buenas relaciones se disolverán...
Amigos no encontrará...
Nadie te escuchará,
Cuando de tu palabra cuenta se den
Que es inútil o sin nada de verdad.

No sea de aquellos
Que ni a su compañero quiere dejar hablar,
Ya que, en una próxima ocasión,
De voluntad, ¿quién te escuchará?

En pocas palabras... de consejo:
Sé equilibrado en escuchar, así como en hablar.

Tus palabras
No las gastes en discutir,
Más bien úsala en consensuar
Cuando así de bien,
Crea resultar.

Tampoco en las excusas
Que ha cada momento realizas
Y mucho menos en convencer
Que tienes la razón.

Pon de meta en tu persona,
Como ejercicio de cada día,
Decir palabras que reflejen:
Amor, paz y alegría;
Y de esta manera aprenderá
A no hablar por hablar
Sino para armonizar.

Entonces, ¿Quién querrá escucharte?

Todo ser humano en busca de un amigo,
En busca de alguien,
O simplemente, con el deseo sublime de escuchar
Tus alentadoras y armónicas palabras.

Procura no decir nada para criticar, lamentar o estorbar.
Procura pronunciar toda palabra que refleje amor, paz y alegría,
Y hasta los animales y plantas querrán escucharte.

Cuida tu vocabulario, como lo hace con tu vida,
Deshazte de las palabras obscenas,
Como debieras hacerlo de tus defectos.

Nunca decretes con negativismo
No digas:
Que mal está la situación
No doy para esto… no puedo ser esto…
No puedo hacer aquello.
Soy un torpe… soy un deficiente.
No puedo evitar mis errores.
No soy capaz de lograrlo...


Con decretos como estos
Tus palabras actuarán en ti
Y con gran manifiesto
Se apoderaran de ti.

Por otro lado:

Disfruta y aprende de la palabra de los sabios
Ellos en sus palabras,
Depositan su sapiencia y principios
Ellos con sus palabras,
Son ejemplos de pulcritud
Ellos con sus palabras,
Son capaces de cambiar
Una mala actitud.

¡Tómalos a ellos de ejemplo!

Si no los encuentran
Lee sus escritos con detenimiento,
De segura aprenderás con sus palabras escritas
Un eminente conocimiento
Para emplear tus palabras.
Por: Eudy Cepeda